• Consecuencias psicológicas.
• Consecuencias físicas.
• Consecuencias económicas.

Un aspecto importante derivada de las caídas son las consecuencias psicológicas que sufren los ancianos. Después de una caída la mayoría de los ancianos presenta una disminución de la movilidad y tienen más dificultades para ser independientes en las actividades de la vida diaria (AVD).

Además, los ancianos tienen miedo a volver a caerse, tienen una menor interacción social y pueden llegar a presentar cuadros depresivos. Es muy importante incidir en que la persona RECUPERE LA CONFIANZA en sí mismo y sea consciente de las posibilidades de recuperarse.

Consecuencias físicas:

• Un traumatismo craneoencefálico ya que el propio envejecimiento influye en tener menos reflejos para evitar daños ante una caída por eso se dice que los ancianos suelen caer como un “peso muerto” y provoca que se puedan provocar contusiones importantes.

• Lesiones en las partes blandas que no requieren atención sanitaria urgente como contusiones.

• Tiempo de permanencia en el suelo: cuanto más tiempo permanezca el anciano en el suelo, más dificultad de recuperación habrá. Esto tiene especial importancia en todos los ancianos que viven solos o tienen menos cuidados por parte de los familiares o cuidadores.

• Fracturas: existe más incidencia de fracturas cuando las caídas las sufren personas de mayor edad ya que llevan un estilo de vida más sedentario, pueden haber sufrido caídas con anterioridad y pueden presentar mayor grado de osteoporosis.

• Síndrome de inmovilidad: es un síndrome que provoca que la misma persona mayor se mueva menos con la consecuente pérdida de masa muscular y de fuerza, aumento de la rigidez articular, aparición de ulceras por presión, alteraciones respiratorias y aumento de la fatiga ante un pequeño esfuerzo.